Los Recursos Humanos, Rafaela & Yo

Lic. Franco Fassi
7 mar 2015
5 Min. de lectura

En el año 1999 la carrera de Recursos Humanos comenzaba a dictarse en la ciudad de Rafaela. Desde entonces, se evidenció una interesante y tímida inserción de la profesión en los ámbitos empresariales de la ciudad.

Encontrándonos actualmente en el año 2015, podemos observar en la realidad una inserción dispar del área de Recursos Humanos en las empresas locales, donde el tamaño, rubro, conformación de capital y hasta la trayectoria, definen la forma en la que se gestionan los recursos humanos en ellas y el consecuente rol del área.

A pesar de reconocer las diferencias existentes en las formas de gestionar las personas dentro de las empresas locales, actualmente se puede identificar un aspecto que se haya omnipresente en el contexto y que impacta en todas las áreas de Recursos Humanos y en las organizaciones en general: El Cambio.

Vivimos en tiempos inmersos en profundos cambios, donde seguramente el “mundo” en el que nacimos difiere significativamente del “mundo” en el que nos encontramos actualmente. Estos cambios no sólo nos afectan a nosotros como personas, sino a también a todo lo que nos rodea, incluidas las organizaciones públicas o privadas, a las que directamente o indirectamente integramos y/o dependemos de ellas.

Las formas de gestionar los Recursos Humanos en las organizaciones están en constante cambios, enfrentándose a nuevos retos y situaciones en las cuáles los aspectos internos de la organización interactúan constantemente con turbulentos contextos externos, generando escenarios altamente complejos.

Los turbulentos contextos externos, de cada vez mayor impacto, exigirán a las organizaciones contar con personas con alto grado de adaptabilidad a los cambios para alcanzar afrontar los vaivenes que se presentan en el ambiente. Para ello, las área de de Recursos Humanos de la ciudad no solo deberán replantear sus estrategias para captar talentos con alto grado de competencias en adaptabilidad al cambio y flexibilidad, sino que también deberán gestionar aspectos relacionados a la cultura organizacional a los efectos de promover condiciones para que el trabajo se desarrollo en un contexto interno favorable al cambio. También considero que el área tendrá un rol activo en el rediseño de las estructuras organizacionales, algo impensado en la siglo XX, a los efectos crear organizaciones más flexibles, con roles variables y con fuerte inclinación a la polifuncionalidad.

En las próximas décadas, también seremos testigos de cómo, el capital humano se irá constituyendo cómo el capital más importante con el que cuenta una organización para desarrollar sus actividades y alcanzar el cumplimiento de sus objetivos organizacionales. Con el paso de los años apreciaremos como la gestión de las personas en las organizaciones se constituirá en una de las principales ventajas competitivas con las cuales, ellas podrán hacer frente a las exigencias que el contexto les reclama. Para esto, las áreas de Recursos Humanos deberán alcanzar un elevado grado de desarrollo y con una gestión enmarcada en la estrategia global de la empresa.

Este análisis nos invita a pensar la importancia que tiene comprender que desde nuestro campo del conocimiento no todo está escrito, sino que queda mucho por escribirse, por lo que, los abocados a la materia debemos estar abiertos a los cambios ya que las diversas funciones de los Recursos Humanos se redefinirán constantemente.

Los nuevos profesionales deberemos estar preparados para asumir este desafío apasionante en el que la gestión de las personas ocupará un rol primordial en los escenarios futuros de las organizaciones locales.

Si bien la carrera que elegí como modo de vida es relativamente joven, su falta de frondoso pasado se compensa con un futuro prometedor en el que todo está por escribirse.